Incólume:
1. adj. Sano, sin lesión ni menoscabo.
Incólume:
1. adj. Sano, sin lesión ni menoscabo.
Publicado por fhrodri el marzo 24, 2012
https://fhrodri.wordpress.com/2012/03/24/palabras-descubiertas-o-redescubiertas-incolume/
Publicado por fhrodri el febrero 20, 2012
https://fhrodri.wordpress.com/2012/02/20/afterbirth-kameron-hurley-2011-bsfa-award-nominee-short-story-relato-nominado-a-los-premios-bsfa-al-mejor-relato/
Publicado por fhrodri el febrero 11, 2012
https://fhrodri.wordpress.com/2012/02/11/ciencia-ficcion-relatos-nominados-a-los-premios-bsfa-british-science-fiction-association/
Monólogo del técnico de sonido. Óscar Esquivias. Pampanitos verdes. Ediciones del Viento, 2010.
Publicado por fhrodri el enero 4, 2012
https://fhrodri.wordpress.com/2012/01/04/fragmentos-interesantes-pampanitos-verdes-oscar-esquivias/
Publicado por fhrodri el diciembre 10, 2011
https://fhrodri.wordpress.com/2011/12/10/hadji-murat-1912-leon-tolstoi-cuestiones-sobre-la-ficcion-historica-ii/
Mi impresión es que es una gran desconocida. La propia navegación por Internet revelará que existen pocas referencias. Yo no tenía conocimiento de esta historia que, por cierto, parece proyectarse hacia un presente continuo por el contexto reflejado. Por otra parte, supongo que, entre los más expertos, sí será más conocida, dado que Harold Bloom la mencionara con honores en su Canon Occidental.
Hadjí Murat narra el conflicto ruso con la zona de Chechenia ocurrido en torno a 1850. Más de cientocincuenta años y diríamos que las autoridades actuales de aquel país continúan sin entender la región con la que tienen tantos problemas.
Me arriesgo con la respuesta, y son varios motivos. Porque el autor ruso era un realista empedernido cuyo respecto por la Historia era importante. Porque quiso, tal vez, ser lo más objetivo posible, y comprender, y hacer comprender, sin un estilo que intervenga y dé juicios fáciles y sumarios. Porque quizá tardó toda esa vida en el esfuerzo en pos del entendimiento de un personaje (y a aquellos montañeses a quienes representaba). Uno que, finalmente, tal vez ni Tolstoi mismo fue capaz de aprehender.
El autor sólo se permite la metáfora en un marco que encuadra toda la novela. El narrador (podemos sospechar que el propio autor) encuentra, al principio, ese cardo tártaro que titula el artículo de Jorge Edwards, y cuya acción de permanecer pese al daño ejercido, tronchado, le recuerda al protagonista.
Aquel marco que queda sólo en este principio (sin que el narrador vuelva a entrometerse en el flash-back, delatándolo como tal) puede el lector olvidarlo pronto. Es decir, la posible interpretación de toda la anécdota no es enfática.
Esto no significa que Tolstoi no tenga una mirada sobre los hechos. Más bien, se trata de que elige los hechos y los personajes para que apunten una posible interpretación. Una comparación con el mundo audiovisual sería la diferencia entre un documental histórico cuyo guión y voice over afirme lo que los hechos iluminan, siendo así, obvio, y uno que los elija y los disponga en un orden concreto para que produzca esa interpretación para el espectador (también gracias al montaje). Lo último no excluye el manejo personal de un autor del orden de los hechos históricos; sólo que presenta posibles respuestas, y no las contesta por el espectador.
Tolstoi, o su narrador, apenas interviene. Y cuando lo hace, es de forma escasa. En la página 79 (Capítulo V):
Otra de las contradicciones (no en su acepción negativa) de Hadjí Murat es que crea un amplio mosaico de personajes y, al tiempo, apenas nos permite el acceso a su psicología. Tenemos que Tolstoi sigue casi a cada uno de ellos, pero con un desarrollo limitado.
¿Obsesión documental; respeto a lo que anotara en aquellos cuadernos de juventud donde reflejaba lo que viviera en el Cáucaso? ¿O preocupación hasta el extremo por el destino de cada uno de los personajes?
No está subarrayada, la postura de Tolstoi sobre la guerra. Y tampoco creo, como he leído por ahí (la propia ficha de la editorial en la web yerra el tiro con mucho) que sus simpatías sean para con los guerrilleros musulmanes. Considero que lo que sucede es que Tolstoi conocía y comprendía mejor a los rusos.
Hay una hermosa escena, sencilla y cotidiana (Tolstoi anotó muchos momentos de esa cotidianeidad de los militares en el Cáucaso), en el capítulo V. Asistimos a cómo varios soldados y un superior fuman y comentan. Sería un ejemplo más que muestra que el autor ruso no es romántico en su retrato. Se aleja, pues, de cómo los estadounidenses (en el XIX, pero, sobre todo, en el cine del XX) interpretarían el universo de la frontera de una forma mítica. Hadjí Murat sucede en un universo de frontera, pero no se da pie a héroes. No estamos cerca del western, pues; no estoy de acuerdo con la visión de este blog. Estos rusos no son tipos duros y enigmáticos. Son lo que son: humanos.
Es tanto el respeto (o, si se quiere, esa falta de juicio negativo que algunos quieren ver sobre los rusos), que un capítulo más adelante (el VII) seguirá la evolución de uno de estos soldados, tras resultar herido. Y ello, pese a que la narración principal (la Trama, para que nos entendamos) no lo exigía.
Es cierto que la vivencia de aquella escaramuzas o guerra de guerrillas es peculiar entre el bando ruso. Hay una mezcla de banalidad, de interpretación romántica, y de tomárselo todo un poco como un juego.
Esa misma elección de lo cotidiano, lo banal, lo dramático sin excesos, los (pocos) enfrentamientos, demostraría que a Tolstoi justo lo que le interesa es justo lo opuesto a lo romántico: al mito. A lo bélico como épica. De nuevo, otra posible razón por la que la épica se encuentra, a mi parecer, en las antípodas de Hadjí Murat. O bien sería una nueva épica, moderna, nueva, que podría desarrollarse ya en el siglo XX.
Seguiremos analizando esta novela en próximos posts. Por cierto, si quieren ir leyéndola, aquí la tienen on-line.
Publicado por fhrodri el diciembre 8, 2011
https://fhrodri.wordpress.com/2011/12/08/hadji-murat-1912-leon-tolstoi-cuestiones-sobre-la-ficcion-historica-i/
1. m. En los ejércitos austriaco, alemán y ruso, soldado de caballería ligera armado de lanza.
Hadjí Murat. León Tolstoi (Cátedra, 1997)
Publicado por fhrodri el diciembre 8, 2011
https://fhrodri.wordpress.com/2011/12/08/palabras-descubiertas-o-redescubiertas-ulano/
Publicado por fhrodri el noviembre 5, 2011
https://fhrodri.wordpress.com/2011/11/05/palabras-descubiertas-o-redescubiertas-ventrudo/
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Lo sé. Isabel Allende no está en el círculo alzado a los altares por la crítica. No está a la altura de esos popes, que tanto han calado en nuestros estudiosos, y, claro, en algunos autores. Pero admito que me ha sorprendido, esta lectura, <i><a href=»http://books.google.com/books?id=opuFSQAACAAJ&dq=cuentos+de+eva+luna&hl=en&ei=91p6TpnjJY7tOf3m7KQC&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CDAQ6AEwAA»>Cuentos de Eva Luna</a></i>, que ha sido una especie de obligación, para cierto curso. </div>
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Primero, porque cuando no se le va la mano hacia lo cursi (<i>Clarisa </i>lo bordea, por ejemplo), Allende (esta Allende de los primeros tiempos, tan lejos, me temo, de la escritora de <i>best sellers</i> de hoy) consigue momentos muy intensos, bien de crudeza (<i>Si me tocaras el corazón</i>), bien de belleza, (la historia entera de <i>María, la boba</i>, o el desenlace de <i>Tosca</i>, o <i>El pequeño Heidelberg</i>) .
Segundo, porque, como relatos, muchos funcionan bastante bien. Es verdad que a medida que estos se extienden (y esto se da, curiosamente, cuando se va llegando al final), no es sólo el ritmo lo que decae. Mientras más se adentra en lo sociológico (y sus encuentros con lo religioso), tal vez la autora se introduzca demasiado con sus juicios y percepciones. Mejor, cuando todo adquiere ese tono de «cuento», en el sentido de lo maravilloso, y la cierta abstracción (pese a que Allende también utiliza más de una vez un pueblo que viene a ser un hermano menor de aquellos territorios imaginados de los autores «grandes», como el <a href=»http://es.wikipedia.org/wiki/Macondo»>Macondo </a>de Gabriel García Márquez).
Se me ocurre una excepción: el que cierra la colección: <i>De Barro estamos hechos</i>. Un día habría que interesarse por comparar o analizar cómo Allende aquí abandona lo mágico, y se va -sólo un poco, es verdad-, a ese ambiente urbano que luego tanto reivindicarían los hijos que mataran a los creadores del realismo mágico.</div>
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Además, es curiosa esa pretensión (no sé si conseguida del todo) de un análisis amplio de los personajes femeninos. El hecho es que la mayoría de los hombres son peleles, machitos encarados, fortalezas que se derrumban pronto cuando hay una mujer. Y por ahí, quizá Allende se exceda en los tipos, y se arrebate mucho en las pasiones. Supongo que por ahí vendrán las críticas oficiales. En todo caso, este esquema tiene relatos muy válidos (si excusamos algún desliz) como <i>Niña perversa</i>.</div>
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Eso sí, absténganse los que odien los adjetivos, los colores, lo fantástico.</div>
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<i>“Bailando y bailando El Capitán sintió que se les iba retrocediendo la edad y en cada paso estaban más alegres y livianos. Una vuelta tras otra, los acordes de la música más vibrantes, los pies más rápidos, la cintura de ella más delgada, el peso de su pequeña mano en la suya más ligero, su presencia más incorpórea. Entonces vio que la Niña Eloísa iba tornándose de encaje, de espuma, de niebla, hasta hacerse imperceptible y por último desaparecer del todo y él se encontró girando y girando con los brazos vacíos, sin más compañía que un tenue aroma de chocolate.</i></div>
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<i>
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<i>El tenor le indicó a los músicos que se dispusieran a seguir tocando el mismo vals para siempre, porque comprendió que con la última nota el Capitán despertaría de su ensueño y el recuerdo de la Niña Eloísa se esfumaría definitivamente. Conmovidos, los viejos parroquianos el Pequeño Hidelberg permanecieron inmóviles en sus sillas, hasta que por fin La Mexicana, con su arrogancia trasformadora en caritativa ternura, se levantó y avanzó discretamente hacia las manos temblorosas del Capitán, para bailar con él.”</i></div>
<a href=»http://www.youtube.com/watch?v=v7AP-z27SRU»><i>El Pequeño Heidelberg</i></a>. Isabel Allende. <a href=»http://html.rincondelvago.com/cuentos-de-eva-luna_isabel-allende_1.html»><i>Cuentos de Eva Luna</i>.</a> 1989
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<a href=»http://www.piedrasanta.com/images/prods/cuentos%20de%20eva%20luna.jpg» imageanchor=»1″ style=»margin-left: 1em; margin-right: 1em;»><img border=»0″ height=»400″ src=»http://www.piedrasanta.com/images/prods/cuentos%20de%20eva%20luna.jpg» width=»258″ /></a></div>
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Publicado por fhrodri el septiembre 21, 2011
https://fhrodri.wordpress.com/2011/09/21/fragmentos-interesantes-cuentos-de-eva-luna-isabe-allende/